¿Cómo es el perfil de un docente investigador?

Parte de la misión social de las Universidades CEU es sumar a la educación integral de los estudiantes, su incorporación al mundo de la investigación, ya desde los primeros años de estudio. Promover el talento investigador ayuda a desarrollar el pensamiento científico y las habilidades necesarias para construir un perfil profesional completo y competitivo con, además, un alto grado de empleabilidad. También permite a la Universidad participar del desarrollo social y económico del entorno.

La Universidad investigadora, clave para el desarrollo de la sociedad

Es decir, el papel de las Universidades CEU va más allá de la enseñanza y la transmisión del conocimiento. La docencia innovadora y el fomento de la cultura científica son protagonistas de su modelo educativo. Así, la formación ofrecida no solo está orientada al futuro, si no que también es de la mejor calidad. Para lograrlo, como Universidad investigadora, trabajamos en:

• Apoyar a los estudiantes.
• Generar, cuidar y atraer el talento.
• Impulsar grupos científicos existentes y potenciar los nuevos.
• Promocionar la investigación en los distintos departamentos.
• Estimular la relación con agentes ajenos a la Universidad en el marco del entorno I+D+i.
• Fomentar la participación en redes internacionales de prestigio.
• Promover la internacionalización y colaboración con entidades europeas.

Las principales características del profesor investigador

El docente investigador es el responsable del desarrollo de esta vertiente universitaria. Debe investigar sobre su área de expertise, analizando de forma crítica y sistemática la actividad práctica. También trabajará para conseguir que el alumno se apropie de su profundo conocimiento científico y así guiar su aprendizaje. Pero, además:

• Posee un profundo conocimiento de su sector.
• Cuenta con una base sólida en lo que a procesos y metodologías de enseñanza-aprendizaje se refiere.
• Utiliza su conocimiento para establecer conexiones, ampliar y plantear alternativas.
• Se muestra flexible, abierto a nuevas ideas para ampliar la teoría y la práctica.
• Sabe comunicar su forma de pensar, promoviendo distintos enfoques que mejoran la comprensión de las propuestas.
• Escribe artículos, publicaciones y libros sobre su labor docente, además de participar en encuentros y seminarios para mejorar y validar sus planteamientos.

Una actividad orientada a la mejora global de la sociedad

No hay duda de que la actividad investigadora de la Universidad beneficia a toda la sociedad, desde organismos públicos a empresas y a la propia ciudadanía. Por tanto, la investigación resulta imprescindible para apuntalar la responsabilidad social de la Universidad, puesto que fomenta el desarrollo de conciencias críticas a través del método científico, siempre con los valores éticos como telón de fondo. Pero no hay que olvidar que este empeño exige un esfuerzo comunicativo para relacionarse con el entorno de forma estrecha. 

En un mundo globalizado y profundamente competitivo, la investigación es para la Universidad una herramienta que va más allá de su participación en el progreso social. Genera conocimiento, mejora la docencia, amplía la posibilidad de financiación de los centros y permite interiorizar valores éticos necesarios para que la sociedad prospere.