Máster en Dirección de Centros Educativos Católicos, “educando en la Verdad”

En la situación de la sociedad occidental actual, mantener la coherencia de un ideario educativo católico, exige claridad de ideas, firmeza en los principios y seguridad en la acción cotidiana. Se hace necesaria una formación de directivos que afiance los fundamentos de una acción educativa de esta naturaleza y desarrolle los aspectos prácticos de la gestión y dirección del centro docente desde esa misma perspectiva.

Con esta vocación, la Universidad CEU San Pablo, en Madrid, y Fundación Educatio Servanda han firma un acuerdo de colaboración, en virtud del cual ambas instituciones establecerán acuerdos en los campos científicos, académicos y culturales de interés común, así como los cauces que posibiliten esta cooperación mutua.

Una de las iniciativas que se impulsarán en el marco de este convenio es la realización del Máster Propio de Dirección de Centros Educativos Católicos, que contará con un Consejo Ejecutivo integrado por tres representantes de cada institución.

Juan Carlos Corvera, presidente de la Fundación Educatio Servanda; Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU; y Rosa Visiedo, rectora de la Universidad CEU San Pablo, han sido los encargados de rubricar este acuerdo de colaboración.

Este máster tiene su razón de ser en la diferencia específica que supone para un centro educativo calificarse de católico.

Fundación Educatio Servanda es una institución sin ánimo de lucro. Nace en 2006 a iniciativa de un grupo de familias cristianas que, procedentes de diferentes ámbitos sociales y preocupadas por la deriva de la Educación en España, deciden trabajar conjuntamente para edificar un modelo educativo propio, en comunión con sus obispos y con la ayuda de sacerdotes diocesanos. En esta unión de laicos -cuerpo- y sacerdotes -alma-, seña de identidad capital de la Fundación, reside una de sus principales fortalezas.

Cuatro son los pilares que sustentan la Fundación: familia, enseñanza, ocio y tiempo libre y presencia pública del católico. Pilares todos ellos que, en su conjunto, alientan una educación en virtudes; una educación que mira con amor a la persona, la cincela en toda su integridad, dignificándola, y la eleva a su plenitud.