Las siglas VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity) hacen alusión a cómo es el mundo actual: impredecible, cambiante, complejo, confuso y difícil de interpretar. El término comenzó a utilizarse en los 90, para definir el mundo tras las Guerra Fría. Más tarde se trasladó a la empresa.
En las Universidades CEU percibimos este entorno VUCA o líquido como un reto, no una amenaza. De hecho, para manejarse con fluidez en estas circunstancias es vital aprender de los errores y ver los fracasos como una oportunidad de aprendizaje. Así, la resiliencia y la capacidad de superación se hacen imprescindibles para amoldarse a este entorno tan cambiante.
Para aportar la mejor preparación a nuestro alumnado para este futuro incierto, debemos adaptar la forma de enseñar, aplicando nuevas metodologías y apostando siempre por la innovación docente. El objetivo es que los estudiantes de las Universidades CEU sean capaces de organizarse y de crear, además de trasladar sus conocimientos a la acción. Todo, dirigido a mejorar tanto sus propias vidas como la sociedad en su conjunto. Esto se alinea con los principios básicos que rigen el modelo educativo de nuestros centros universitarios, que emanan del humanismo cristiano.
Por ello, en las Universidades CEU preparamos a nuestros alumnos para que sean capaces de:
Asimismo, la visión internacional se convierte en clave. Solo si se dota a los estudiantes de un punto de vista global conseguirán el éxito en un mundo con las fronteras desdibujadas. Así serán capaces de adaptarse a entornos de trabajo multiculturales, pudiendo desarrollarse profesionalmente en otros países y culturas sin dificultad. Por ello deben contar con competencias y habilidades que eliminen barreras mentales, como son el medio o la inseguridad. Solo de esta forma podrán aprovechar al máximo las oportunidades que le surjan y enriquecerse a cada paso.
La época actual exige cambios profundos en las formas de acceder al conocimiento, de desarrollarlo y de transmitirlo. Así, la Universidad adquiere la responsabilidad de crear el pensamiento necesario para servir de guía ante estos cambios. Para ello hay que tener en cuenta que:
La apuesta por el cambio en la Universidad es fundamental para la transformación de la gestión del conocimiento. Solo así adoptará el papel de creadora imprescindible de la transformación social que le corresponde.