La Inteligencia Artificial: por qué las personas tienen que estar más en el centro que nunca

Expertos en Inteligencia Artificial, en ciberseguridad, en robótica… los nuevos perfiles evolucionan casi tan deprisa como la tecnología. En las Universidades CEU queremos dar respuesta a las necesidades de las organizaciones, con una oferta educativa acorde a ellas que nos permita formar a jóvenes profesionales capaces de enfrentar los retos que se les presenten. Todo, con una sólida base apoyada en los valores del humanismo cristiano.

La Inteligencia Artificial ya forma parte de nuestro día a día: en el móvil, en el email, en el coche… Hace tiempo que pasó de ser un concepto meramente académico para cambiar nuestras vidas, aunque no nos demos cuenta. Es más, también se emplea para tomar decisiones financieras, educativas o aquellas relacionadas con la salud, de ahí la importancia de que su producción esté en manos comprometidas con la igualdad y la justicia.

Pero, detrás de la Inteligencia Artificial hay personas, por eso los algoritmos «heredan» los prejuicios de quienes los diseñan. Además, su aprendizaje automático depende de los datos de entrenamiento que se les aporte. Por eso, si un algoritmo se entrena con datos con sesgos sexistas o racistas, sus predicciones reflejarán esas tendencias. Una de las grandes cuestiones éticas a las que nos enfrentamos para solucionar esta problemática es cómo conseguir un equilibrio entre la necesidad evidente de algoritmos precisos y sin sesgos y la transparencia que las personas afectadas deben recibir. Pero, sin duda, el desafío es conseguir algoritmos que produzcan un comportamiento ético. Aquí entra en juego la importancia de una legislación apropiada y actualizada a los tiempos y unos necesarios debates éticos en los que intervenga toda la sociedad.

Formar a una generación de profesionales en Inteligencia Artificial es un desafío y una gran oportunidad para el CEU

Sin duda, el desarrollo de las nuevas tecnologías debe ir ligado a la ética y a la comprensión de las necesidades de los sectores en donde se vayan a aplicar los modelos de IA, así como los de las personas que se puedan ver afectadas por ello. Porque los sesgos en la Inteligencia Artificial tienen la capacidad de generar desigualdades.

En la línea del compromiso del CEU con la empleabilidad de nuestro alumnado así como en la formación de los profesionales del futuro, nos hemos convertido en el primer grupo educativo en todo el mundo en ofrecer un programa de 3 años sobre Inteligencia Artificial, gracias a la colaboración con Microsoft.

Somos conscientes de que, a la vez que ofrecemos una formación de excelencia, es necesario poner el foco siempre en la IA como instrumento para mantener la justicia, respetar la dignidad de las personas y promover la solidaridad y la no discriminación. Así los algoritmos no restarán oportunidades a nadie. En esta línea, la UNESCO y la Comisión Europea señalan la Inteligencia Artificial como un sector clave para el desarrollo y una herramienta fundamental en las sociedades del conocimiento. Subrayan la necesidad de la transversalidad de los derechos humanos, haciendo hincapié en la regulación en todos los sectores y en la propia comunidad tecnológica, así como la aplicación de mecanismos de transparencia y de monitorización constante, con el fin de luchar contra los sesgos y la discriminación.